No hay duda alguna que si algo es reconocido en Colombia, son los pueblos antioqueños, pues su belleza, su gente y sus colores, los han puesto en el mapa de los lugares más recomendados para visitar. Como es el caso de este paraíso a aproximadamente 2 horas y media de Medellín: Guatapé.
Un pueblo con una historia única, la cual se refleja en los colores de sus zócalos y en la memoria de su gente. Una gran represa y una majestuosa piedra han convertido a Guatapé en un referente de turismo, pero hoy, con Rentarte vamos a ir un poco más allá de estos atractivos, y descubriremos a este pueblo desde sus rincones y su gastronomía.
Guatapé recibe a todos con los brazos abiertos, y qué mejor forma de comenzar esta aventura que con amigos y sabores. Por eso, la primera parada en el camino hacia nuestro destino será a probar unas típicas arepitas con todo, para más adelante rematar con unas tortas de chócolo con quesito, esto para comenzar a entrar en ambiente y probar un poco de los sabores de la zona.
Al llegar a Guatapé, uno de los principales lugares a visitar, es el parque principal, que tiene ese colorido y esa vibra característica de los pueblos en Antioquia. Desde aquí se puede comenzar a apreciar la magia del lugar, las casas típicas y su gente. Desde allí se comienzan a notar los coloridos zócalos, que más que de color, están llenos de historias del pueblo, pues aquí hasta las casas recitan anécdotas y memorias de Guatapé y el viejo Peñol.
Y volviendo de nuevo a la comida, esta vez no podía faltar la famosa bandeja paisa, porque necesitaremos más energía para seguir descubriendo cada rincón de este mágico lugar. Y para bajar el típico, qué mejor que una caminada por el nuevo malecón, porque con esa vista no hay que pedir nada más. Solo sentarse a mirar el paisaje y la gente pasar, es un plan de toda la tarde. Además, también hay actividades acuáticas para los más aventureros.
Obviamente, no se podía terminar el paseo sin el postre. Un rollito de canela nunca queda mal, y mucho menos si es acompañado de helado. Y para ponerle la cereza al postre, hay que visitar la réplica del viejo Peñol, aquí podrán conocer mucho más de la historia de estos pueblos y ver una pequeña muestra de lo que fue el Peñol hace varios años donde ahora se encuentra la represa de Guatapé.
Este plan es un infaltable, solo es hablar con un par de amigos, rentar un vehículo en Rentarte y agarrar carretera directamente para Guatapé. Seguro no se arrepentirán.