Si por algo es conocido Colombia en el mundo es por sus innumerables tesoros, los cuales van desde la riqueza natural hasta los rincones históricos que guardan anécdotas del pasado.
Al occidente antioqueño hay una de estas reliquias históricas, un tesoro colonial: Santa Fe de Antioquia. A una hora y media de Medellín, por la carretera hacia Urabá, se encuentra este pueblo lleno de magia atrapada en el tiempo. Llegar allí es toda una experiencia natural, por eso es ideal hacerlo con calma disfrutando de los paisajes en un vehículo de Rentarte, para apreciar desde el verde de las montañas hasta los paisajes áridos que nos comienzan a dar una pequeña muestra de su calidez.
Parte del camino lo acompaña el Río Cauca, del cuál es imposible hablar sin mencionar de un monumento nacional: El puente de Occidente, un ícono arquitectónico que cruza el río, un pedazo importante de la historia de Santa fe de Antioquia. Y hablando de íconos históricos, desde el primer encuentro con el pueblo se refleja el pasado, con sus caminos empedrados y sus casas coloniales, hasta los museos e iglesias.
Visitar Santa fe de Antioquia es toda una experiencia, no solo divertida sino también interesante, porque allí la cultura se respira en cada rincón, por eso la llaman la Ciudad Madre, por toda la historia que aún se conserva en sus casas y calles. Allí se vivió la historia de la conquista, y hasta el día de hoy no deja de conquistar a todos sus visitantes, con su arquitectura, agradable clima y con la calidez de su gente.
